E-commerce, virtudes y pecados
El comercio electrónico es una tendencia importante en todos los sectores. En el sector ferretero implica una presencia cada vez más fuerte, aunque convive con las ventas presenciales.
Esto desemboca en una estrategia global, que aplique lo mejor de ambas modalidades de venta, para generar una mayor productividad en los diferentes negocios. En cuanto al e-commerce, podemos decir que la estrategia no es tan simple como crear y diseñar una página electrónica, sino que abarca muchos otros aspectos para ser realmente efectiva.
La manera de manejar el denominado tráfico electrónico es clasificando clientes potenciales y, posteriormente, atrayendo su atención para que continúen interactuando con el sitio después de su primera compra. Los desafíos consisten en atraer, con los medios digitales, al público correcto. Con eso en mente, presentamos algunos de los errores y aciertos que se pueden cometer al momento de integrar el e-commerce al comercio. Recordemos que ese proceso paulatino busca generar una experiencia lo más personalizada posible, y de ahí parten todos los puntos.
Los factores que producen los mejores resultados se relacionan con una estrategia inteligente y un ajuste dinámico con respecto al público objetivo.
Enfocar el objetivo
La experiencia personalizada que se busca en el e-commerce depende en gran medida del factor visual y atractivo. Incluso más que en las compras en negocio, la imagen es importante para alcanzar consumidores. De ahí que se debe conocer un cliente objetivo. Es importante estudiar los factores de edad e idiosincrasia, para que el contenido esté pensado en ellos. Sin embargo, es cierto que no hay verdades absolutas, y que los gustos de personas de la misma edad pueden ser diferentes. De cualquier modo, ayuda conocer ese cliente potencial, que puede significar marcar una tendencia en cuanto al diseño de una página o de un anuncio digital.
Ahora bien, más allá de este aspecto básico, se tienen que contactar clientes potenciales por medio de las redes sociales. Por eso mismo, el e-commerce no basta con diseñar una página de ventas para tu comercio. La difusión es de suma importancia, por lo que no se puede subestimar el poder de una página de Facebook o una cuenta de Twitter. Estas herramientas tienen un alcance mayor, y de ahí se pueden obtener muchos más clientes potenciales. En ese sentido, importa mucho una estrategia de contenidos en esas redes.