Oportunidades del comercio minorista

Hace algunos años empezó la expansión de las ventas en línea. Ante la progresiva mejora de sus servicios, se ha modificado la manera en que se realizan las compras al menudeo.

En algunos países, como los Estados Unidos, se pronosticaban malos escenarios para las compras al menudeo. Sin embargo, las estadísticas del año 2018 demostraron la equivocación de esa predicción. En realidad, las ventas en línea resultaron una herramienta para los comercios pequeños, puesto que agilizaron su proceso de ventas.

El escenario mexicano debe centrarse en seguir el paso de incorporar las tecnologías en el comercio.

El llamado “apocalipsis del comercio minorista” (Retail Apocalipsis) no ocurrió en nuestro país. Las tendencias indican que los medios digitales serán imprescindibles en el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, por lo que el objetivo ahora es una infraestructura sólida que permita el acceso a esas tecnologías. Así sucede también en el sector ferretero, el cual, por su propia naturaleza (la de venta de herramientas y productos), parece acoplarse muy bien a estos medios de difusión.

Es importante considerar que los comercios minoristas funcionan como vínculo entre el productor y el consumidor, aspecto que influye en la demanda y el suministro para los fabricantes. Así pues, las ventas minoristas sirven como medida para diagnosticar la economía en general, así como para observar las preferencias y la estabilidad de los consumidores. Por ello, el minorista tiene que plantearse estrategias que se enfoquen en la comodidad del cliente.

Estas ideas eran la que se consideraban al pronosticar el decrecimiento del mercado minorista. Como el e-commerce (o comercio en línea) parecía garantizar una comodidad mayor a los compradores, se preveía un panorama desagradable para las pequeñas y medianas empresas. No obstante, lo cierto es que los comercios minoristas no tienen que competir directamente con las ventas en línea, sino que pueden complementarse.