Las Normas y su Gestión: Segunda Mesa del Congreso del CFmx

Publicado en: Congreso | 15 junio, 2017

Como parte de las actividades permanentes del Congreso del Canal Ferretero, el pasado 25 de mayo celebramos en nuestras instalaciones, una segunda mesa de trabajo.

En este espacio de ideas y discusión, nos concentramos esta vez en compartir con nuestros lectores y viewers, información necesaria respecto a la normatividad y cómo afecta al canal ferretero de nuestro país.

Normatividad

Para entrar en materia, uno de nuestros invitados -el Licenciado Emeterio Mosso, en representación de la Dirección General de Normas de la Secretaría de Economía– nos hace empezar por el principio:

“Podríamos empezar por diferenciar normas de estándares, que se derivan de la palabra inglesa standard. Digamos que el estándar de México es la NOMX (la Norma Mexicana) mientras que el reglamento técnico a nivel internacional usa lo que se conoce como Norma Oficial Mexicana (NOM). La NOM protege los derechos legítimos del medio ambiente, los seres humanos y los animales, mientras que la NOMX va más allá y regula cuestiones de desempeño o calidad muy específicas. Además existen los estándares privados pues cada productor puede tener su propio estándar interno que ni siquiera es de acceso público”.

 

Normas para todos

Sin embargo, hay otro tipo de normas, de carácter más internacional y de acceso público. Al respecto, el Licenciado Mosso nos recuerda:

“Hay estándares internacionales de calidad que sí son de acceso público, como las ISO. El estándar más utilizado a nivel internacional es la ISO 9001 y su equivalente en México es la NMX 9001”.

Habrá que recordar que México es miembro de la ISO a través de la Dirección General de Normas de la Secretaría de Economía. Nuestro país incluso participa en algunos comités internacionales para elaborar normas ISO. Esto es muy relevante porque dichos comités hacen posible que el grueso de la población tenga acceso a estas normas ISO, y a las mejores prácticas internacionales, sin ningún costo.

De hecho, existe lo que se conoce como el Catálogo de Normas, una publicación al alcance del público que se puede consultar en la página del SINEC o Sistema Integral de Normas y Evaluación de la Conformidad.

Este es un sistema electrónico que se encarga de promover las normas tanto en su desarrollo como en su aplicación. Ahí también se puede encontrar el catálogo de normas MX y el catálogo de NOM’s.

El usuario puede buscar normas por rama pues están divididas o clasificadas por sus ramas industriales. También es posible consultar cosas tan específicas como las normas para la tubería de agua o de gas o las normas para productos de uso médico en cuanto a materiales como el aluminio o el cobre. En cierto sentido, dicho catálogo es una especie de acervo.

 

Las normas que vienen

Como parte final de nuestra mesa pudimos conocer qué se está haciendo en nuestro país para tener mejores normas y alcanzar niveles de calidad al menos similares a los de países desarrollados. “El uso de las nuevas tecnologías de la información, ha permitido elaborar normas de forma más rápida. En un entorno global como el actual, la rapidez de los cambios es clave; por ello, la rapidez de la emisión de una norma, también. En México, estamos implementando un sistema electrónico de elaboración de normas que se integra a lo que se conoce como la Armonización Internacional en Materia de Normas. Al participar en la elaboración de una norma internacional, tenemos en mente que habrá 160 países que la adopten. Esto hace que el lenguaje técnico sea muy preciso y diferencie de manera clara a los productos normalizados, de los que no lo son”.

Más allá de todos los conceptos utilizados en nuestra mesa y las diferentes aclaraciones y recomendaciones que con respecto a las normas se hicieron, hubo una opinión concensada, compartida por todos nuestros participantes.

Hay que subrayar que en nuestro país, a diferencia de muchos otros, las normas son gratuitas. Consultarlas, descargarlas o imprimirlas no tiene ningún costo. La ley mexicana abre la posibilidad para que cualquier persona interesada en el tema de normatividad participe a través de diversos canales. Como el SINEC, de que ya se hablaba, en donde pueden consultarse las normas no sólo por tema sino también por las personas que son responsables de las mismas. Ahí se pueden consultar datos como su nombre, teléfono o dirección electrónica, para que el público las contacte y les dirija sus dudas o inquietudes. Después de todo, mientras más transparente sea una norma y su aplicación, mejor para todos.

 

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