Infraestructura y superestructura del escenario actual
El sustento estructural de una economía está en los recursos naturales de los que dispone cada país.
La economía internacional no implica tanto el poder adquisitivo ni el aspecto financiero, sino la manera en que un país administra sus recursos y genera actividades a partir de ellos. En México contamos con muchos recursos agropecuarios, pesqueros e industriales; contamos con una población predominantemente joven, que tiene capacidad de trabajo y muchos deseos por reactivarse, según se puede percibir en la actualidad de nuestra población.
Asimismo, contamos con la infraestructura, es decir, los medios de producción para trabajar todos los recursos, la cual hemos formado a lo largo de muchas décadas y con diferentes estrategias. Los elementos del desarrollo económico parten de todos esos componentes. De esta manera, se debe producir una interacción entre los recursos y carreteras, puentes y, en general, una infraestructura sólida.
Además, se sustenta en una superestructura, es decir, los medios jurídicos y la cultura de producción que ya se encuentra en nuestro país. También de eso dispone México: un régimen renovado y una cultura de pueblo trabajador que se crece ante las adversidades. Todos esos factores no pueden más que conducirnos a un escenario optimista, aun frente a la crisis económica en la que nos encontramos, y contra todas las consecuencias financieras.
